Equipos de trabajo – ¡Yo ya les dije!

Hay una enorme diferencia entre “decirle” a tu equipo que haga algo y lograr que las cosas verdaderamente se ejecuten…

Hablar de formación de equipos indiscutiblemente nos lleva al terreno del liderazgo, por eso ser líder es una decisión. Hoy no basta querer solamente ser el “Jefe” y dar órdenes a diestra y siniestra, no olvidemos que las empresas son un conjunto de personas…

Lograr resultados a través de otros es una de las competencias más difíciles a desarrollar dentro de este rol de líder. Los que logran hacerlo pueden aspirar a conducir una organización, los que no, probablemente su mejor opción sea mantenerse como contribuidores individuales donde es mucho más fácil tener control sobre lo que se hace y lo que no se hace, puesto que todo depende de una sola variable… ellos mismos.

Si aspiras a desarrollar verdaderamente esta capacidad de EJECUCIÓN, no hay ninguna duda de que debes superar la barrera de pensar que sólo por decir las cosas por arte de magia se escucharán, se entenderán y se llevarán a cabo de acuerdo a las expectativas… ¡Sueña que así será!

  1. Decir las cosas: En realidad, no se trata de decir, más bien hay que asegurarse que la comunicación fluya correctamente hacia todas las personas involucradas no sólo en hacer las cosas, sino también tomando en cuenta a los que se verán afectados o beneficiados, a los tomadores de decisiones y respetando los canales oficiales dentro de la organización.
  2. Confirmar la recepción del mensaje: La gran mayoría de los supervisores en todos los niveles se quedan en el paso anterior, “Yo ya les dije”. Decirlo es un buen principio, pero no sobre estimes tus habilidades de comunicador. Las mismas palabras bajo contextos diferentes, informadas por personas diferentes y con un lenguaje corporal diferente puede transmitir un mensaje mucho muy distinto al que quería enviarse originalmente. Es por eso que el siguiente paso es verificar que lo que se dijo en realidad haya sido entendido en los términos en los que se pretendía.
  3. Retroalimentación positiva: Lo último que se quiere es que no pase nada, así que bien vale la pena invertir tiempo para dialogar con todas la partes sobre su reacción al mensaje. Es clave entender si están a favor o en contra de lo que se dijo y qué piensan hacer al respecto. No se trata de ir a convencer a todo el mundo, se trata de escuchar las distintas posiciones para poder tomar acciones que permitan lograr el resultado. A veces podremos cambiar de opinión por el punto de vista de otros, quizás tengamos que convencer presentando evidencia del porqué de nuestro mensaje o incluso se vale explicar, y si no hay acuerdo girar la orden directa de que el asunto va en esa dirección y punto. Esta postura es delicada porque si el líder se pone necio o no escucha a otras personas que le tratan de decir que está en un error, el precio es alto, pero lo grandes líderes no hacen lo que la gente dice, hacen lo correcto aunque vaya en contra de lo que la mayoría piensa. Si no fuera así, muchos seguiríamos creyendo que el Sol gira alrededor de la Tierra y en esos tiempos muchas personas estuvieron en contra de ese concepto.
  4. Supervisión: Todo hasta aquí suena de maravilla pero si no hay seguimiento al mensaje todo puede acabar en un desastre. La supervisión ayuda mucho a vigilar que el mensaje original no se desvíe, que los recursos necesarios para seguir avanzando estén siendo identificados y entregados en tiempo y forma, y que los indicadores de que las cosas van caminando estén siendo reportadas por los responsables designados. El fallar en la supervisión puede llevar al líder a querer justificarse con el “Yo ya les dije”, lo cual es inaceptable, y una postura muy pobre para alguien que quiere ocupar esa posición.

¡Bienvenido al mundo de lograr resultados a través de otros! Si ya les dijiste y no se hizo nada lamento decirte que el responsable eres tú.

Entonces de verdad ¿ya les dijiste?

Photo Credits: BigStock © Nick Kondr

4 comentarios en “Equipos de trabajo – ¡Yo ya les dije!”

  1. Cuando entran personas nuevas tenemos que tener un onboarding completo . Es un trabajo continuo, recien este ano en Workana conseguimos tener una serie de trainings que sirven mucho para quienes acaban de entrar al equipo. Ya tenemos mas de 30 trainings en video y ayudan a formar a la persona en las herramientas y forma de trabajar que tenemos.

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    • My buen comentario… En efecto cuando las personas llegan a una organización es muy agradable “que te reciban”. Contar con una inducción sobre la empresa y sobre las expectativas siempre tendrán como resultado una persona más contenta y más comprometida.

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