Soñar con emprender para tener tu propia empresa trabajando desde casa con ropa cómoda y gozando de horarios flexibles suena maravilloso, pero si no eres capaz de generar los ingresos que te permitan sostener esa calidad de vida que deseas, todo puede ser irreal y a veces hasta irresponsable.
La época (si algún día la hubo) de “abrir” un negocio sin un plan, sin una estructura y sin asumir el compromiso de tener que controlar del dinero “aunque no te gusten los números” no existe.
¿Para qué sirve controlar el dinero del negocio?
- Para confirmar si hay negocio: ¿La gente sí está interesada en comprar tu producto o servicio? ¿De verdad solucionas un problema o una necesidad?
- Para ver si puedes vivir de eso: Si generas ventas maravilloso, pero una vez restando todos los costos, los gastos, pagar impuestos e invertir de nuevo en el negocio ¿aun queda dinero suficiente para poder vivir?
- Para tomar decisiones a tiempo: Si no vendes puedes cambiar de estrategia de marketing, si los costos y los gastos son muy altos, puedes generar estrategias de ahorro, si no obtienes utilidades puedes ajustar todo el modelo, pero si ni siquiera sabes dónde estás o que está pasando con la empresa, cuando quieras actuar quizá ya sea demasiado tarde.
Controlar el dinero que entra y sale del negocio en sus primeros años es una de las tareas centrales para poder garantizar no solo que la empresa sobreviva, de hecho es la única forma en la que puedes garantizar tener los recursos que sostengan tu calidad de vida, la que hayas decidido tener.
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